Los Mercedes volvieron a mostrar músculo en los segundos libres del GP de Rusia, donde son los grandes dominadores históricos.
Max Verstappen montó un nuevo motor y, además de lastrar su participación en estos libres, le manda al final de la parrilla para el domingo.
Carlos Sainz y Fernando Alonso, en el ‘top 10’.
Sólo la previsible lluvia puede barajar la parrilla del GP de Rusia, se dispute la clasificación el sábado o el propio domingo, vistos los tiempos y ritmos de los segundos entrenamientos libres.
Valtteri Bottas fue el más rápido, de nuevo, aunque por menos de media décima sobre un Lewis Hamilton que en medio de la sesión recibió una noticia que le habrá aliviado: su máximo rival, Max Verstappen, estrenará una nueva unidad de potencia y penalizará hasta colocarse al final de la parrilla junto a Charles Leclerc.
A diferencia de lo visto por la mañana, fue una sesión con un par de sustos serios. El primero lo protagonizó el propio Leclerc, que casi da en el muro en la curva 9, algo que no pudo evitar Antonio Giovinazzi. El italiano estrelló con violencia su Alfa Romeo por la parte trasera, lo que propició una bandera roja que interrumpió la sesión.
El incidente frenó de golpe la progresión de varios pilotos, entre los que estaban Carlos Sainz y Fernando Alonso, que en el momento del accidente ya estaban 7º y 8º. Los españoles dejaron mejores sensaciones que en los primeros libres, aunque se quedaron ligeramente lejos de la cabeza como esperaban.
La sorpresa (relativa) fue el tercer crono de Pierre Gasly. El francés, de nuevo, dejó retratado a un Yuki Tsunoda que sabe lo que es ganar aquí en la F2: el japonés sólo pudo superar a los Haas. Eso no le dejó exento de incidentes: la sesión acabó con el alerón delantero del AlphaTauri de Gasly en el suelo después de que se subiera en uno de los pianos.