Ex piloto, constructor, Presidente de la FISA y sucesor del polémico Balestre a cargo de la FIA.
Max Mosley ha fallecido a los 81 años en su cada de Chelsea tal y como revela MailOnline.
Mosley ha tenido una vida ligada al mundo del motor solo comparable a los escándalos que han perseguido sus decisiones, así como a su vida privada. Antaño una de las figuras más influyentes de la Fórmula 1, estuvo al frente de decisiones que estuvieron cerca de aniquilar el ahora exitoso campeonato, manteniendo duras batallas con Bernie Ecclestone con quién acabaría teniendo una gran amistado
Vida ligada al motor
Este británico que pasó parte de su vida exiliado al ser hijo del fundador del partido fascista británico y no tener buena aceptación en su país, se convirtió durante un gran periodo de tiempo en la máxima autoridad del automovilismo como presidente de la FIA, relevando al también polémico Jean-Marie Balestre y hasta la llegada de Jean Todt.
Antes de eso había llegado a ser piloto de Fórmula 2 retirándose para dedicarse a March Engineering, que acabó siendo uno de los fabricantes más exitosos de la época. Conocidos son sus escarceos entre FOCA y FISA en una de las épocas más polémicas de la Fórmula 1.
Acabaría llegando a la FIA en 1993, donde mantuvo su estilo férreo y casi dictatorial, implantando importantes medidas de seguridad tras el fallecimiento de Ayrton Senna, las cuales ayudaron a que se labrase una notable reputación.
Sin embargo, su estilo también ha desembocado en ciertos escándalos, decisiones opacas e incluso llegando casi a una escisión en la F1 por el pacto de la concordia, del cuál se acabaría vengando contra sus opositores en formas de sanciones de por vida que serían más tarde revocadas por la justicia.
Su mandato y casi vida pública llegaría al final tras revelarse a la prensa un vídeo sexual con varias prostitutas y presuntamente temática nazi. Mosley pasaría años tratando de lavar su nombre e iniciando un larguísimo litigio legal contra el periódico que reveló aquella información.