El piloto asturiano se ha puesto a prueba con el RS18.
Fernando Alonso y Renault pusieron fin a una doble jornada de test en el circuito de Bahréin donde el piloto asturiano ha podido volver a familiarizarse adecuadamente a un Fórmula 1 tras su ausencia de dos años de la categoría reina.
Al contrario del ‘filming day’ llevado a cabo en el circuito de Barcelona, estos test no estaban sometidos a limitaciones de ningún tipo debido a que han sido realizados con un monoplaza de 2018. El Renault RS18 que, si bien no cuenta con las últimas mejoras, sí porta el motor híbrido, ya que los antiguos V8 de 2013, pese a tener un coste por kilómetro muy económico, tienen un funcionamiento muy diferente a los actuales, incluyendo una aerodinámica muy diferente.
Fernando continuó el trabajo comenzado el miércoles, alternando gomas blandas y duras, ensayando tanto vueltas rápidas como largos relevos con ritmo de carrera, refrescando aquello que el piloto español comenzó a realizar en 2001.
El piloto asturiano ha sumado un total de 93 giros, exactamente los mismos que ayer para un total de 186 vueltas, nada menos que 1004 kilómetros en dos días, lo que supone una cifra algo superior a tres carreras.
Dudas sobre el test de final de temporada
Fernando y Renault ponen ahora un punto a la preparación del asturiano, a la espera de qué decide la FIA sobre la posibilidad de que el piloto participe en el llamado test para jóvenes pilotos, limitado para aquellos que hayan disputado menos de dos Grandes Premios de Fórmula 1, pero donde la FIA se guarda la última palabra a la hora de conceder un permiso.
Mientras, el equipo sigue sin pronunciarse sobre la posibilidad de que Alonso pueda participar en los entrenamientos libres de aquellos circuitos que son conocidos por los pilotos titulares de Renault, es decir, el trazado clásico de Bahréin, y el de Yas Marina.