El frío de la pista y la dificultad para conseguir agarre marcaron los primeros entrenamientos libres del GP de Portugal, donde los pilotos tuvieron que aprenderse el inédito trazado.
Carlos Sainz, en la parte alta, pero con dificultades para adaptarse.
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.Con más precaución de lo habitual, los pilotos se enfrentaron a la montaña rusa de Portimao por primera vez en una pista muy fría y con muy poco agarre. La gestión de los neumáticos fue clave, en una tanda que acabó dominando Valtteri Bottas.
Los sustos iniciales ya dejaron entrever que iba a ser una sesión con mucho trabajo. Carlos Sainz lo ejemplificó con un mensaje de radio: «¡Esto es Tokyo Drift!», en alusión a una de las películas de la saga ‘Fast & Furious’. El madrileño, que fue el que más vueltas dio en este circuito, acabó en una buena 6ª posición a un segundo de Bottas.
Fue una sesión en la que las salidas de pista fueron constantes. Max Verstappen fue el primero, con un trompo que le dio un buen susto y poco más. Después fue protagonista involuntario de un pequeño problema, cuando empezó a echar aceite a pista, algo que afectó a los que venían por detrás. Acabó 3º, tras Bottas y Lewis Hamilton.
El temor por la lluvia y el frío provocaron algunos problemas de ‘graining’, algo de lo que se quejó Hamilton, aunque no fue ni mucho menos el único.
Más serio fue lo de Esteban Ocon, que en la vuelta de regreso a boxes cuando ya habían desplegado la bandera a cuadros, cuyo Renault empezó a echar humo por un eventual problema de motor.
Esta sesión tuvo un juego extra de neumáticos duros, ante la necesidad de los pilotos de rodar más de lo habitual, pero en la segunda también tendrán una novedad. La primera media hora se dedicará a rodar con un prototipo de los neumáticos de 2021.
