Valtteri Bottas y Lewis Hamilton acabaron al frente de los primeros libres del GP de Italia, con un buen Albon detrás.
Verstappen tuvo un accidente, pero repararon el coche sin mayores problemas.
Sainz, 10º con algo de trabajo en su motor.
Nada nuevo bajo el sol, aunque sea al norte de la Toscana. Los Mercedes no aflojan, ni estaba previsto que lo hicieran, en la primera sesión de entrenamientos del GP de Italia.
El Autódromo de Monza, que se adapta a la perfección a las cualidades del W11, propició el control cómodo de los hombres de negro, esta vez con Valtteri Bottas por delante de Lewis Hamilton.
Tras ellos finalizó un Red Bull, pero no fue el de Max Verstappen, sino el de Alex Albon. El neerlandés tuvo un accidente cuando restaba poco menos de una hora para que acabara la sesión, cuando se estrelló contra el muro de la salida de la curva 9. No hubo que lamentar mayores consecuencias que la reparación del chasis del RB16, que hicieron con razonable rapidez.
El golpe de Verstappen no fue el único susto, ya que varios pilotos probaron las escapatorias de Monza, como un Pierre Gasly que se quedó muy cerca de chocar, o el propio Valtteri Bottas.
En una sesión pensada para ensayar los previsibles rebufos, Carlos Sainz acabó 10º a poco más de un segundo. En McLaren estuvieron revisando su monoplaza con seria vigilancia, dado que fue el mismo que falló en la cita de Bélgica y se quedó sin poder salir a pista.
