Va tan sobrado que el equipo le pidió por la pizarra virtual que cancelara la última vuelta con el mensaje ‘BOX CALL’, porque ya tenía medio segundo sobre sus perseguidores.
Pole en Austria para Marc Márquez, aumentando su leyenda. Llegó superando un récord de pista que se resistía desde 2016, de Iannone, y que le sirve para sumar y seguir, porque es la séptima pole de la temporada, la número 59 en en la clase reina (más que nadie después de que igualara a Doohan en Brno) y la 87 contando todas las categorías. Y todo ello con una diferencia de medio segundo que le llevó a su equipo a pedirle por la pizarra virtual que cancelara la última vuelta, para evitar riesgos, que ya tuvieron bastante suspense en la pole de Brno. Le pusieron el mensaje ‘BOX CALL’ y el campeón cortó.
El 1:23.027 le daba margen más que de sobra para garantizarse la primera plaza de la parrilla, porque Quartararo estaba a 0.434 y Dovizioso a 0.488. A nivel de ritmo, por lo visto en los libres, el del Repsol Honda también está por delante de los demás, siendo el de Ducati el que más se le acerca en ese sentido, aunque con menos vueltas en el mejor ritmo posible que el español.
Lo que sí resultó sorprendente fue escuchar a Dovi nada más bajarse de la moto en plan desafiante, diciendo que Márquez está fuerte pero que ya se verá quien tiene la última palabra en la carrera. Es como si necesitara autoinyectarse moral, sabedor de que se enfrenta a un piloto de época y ni siquiera estar en un circuito Ducati es una ayuda extra para él en esta ocasión. El primero que sabe que lo importante es la carrera, y no lo visto hasta ahora es el propio Márquez, que tiene marcado entre ceja y ceja borrar el lunar que supone Austria en su palmarés, ya que es el único circuito del actual calendario en el que nunca ha ganado.
Pensando en una carrera emocionante, sería bonito que Dovizioso o algún otro pudiera plantarle cara hasta el final a Márquez, pero pinta que intentará la escapada, como ya hizo en Brno el domingo pasado y otras veces esta temporada. Uno de los que podría apuntarse a la fiesta es Maverick. El de Yamaha lideró el cuarto libre, pero en la Q2 se quedó sin el premio de la primera fila. Parece que la M1 tracciona más aquí y le vendría bien que no lloviese la noche antes de la carrera, como apuntan las previsiones, para que no se vaya la goma que ahora hay en el asfalto.
Junto a Viñales saldrán en la segunda fila un sorprendente Bagnaia y Nakagami, que se ha dado el gustazo de superar a su compañero Crutchlow, el que dijo en Brno del japonés que no se merecía una Honda oficial para el año que viene. El inglés llegó a la Q2 procedente de la repesca de la Q1 y se tuvo que conformar con cerrar la tercera fila, por detrás de Rins y Miller. En la cuarta, Rossi, Pol y Petrucci. Rabat saldrá 15º y Aleix 19º.