El gran proyecto estadounidense de Zak Brown se ha hecho realidad. McLaren Racing (división norteamericana de McLaren) ha anunciado oficialmente que participará en la temporada completa de la IndyCar 2020 en asociación con el equipo Arrow Schmidt Peterson Motorsports y utilizando motores Chevrolet, algo necesario tras el veto de Honda al equipo de Woking. De hecho, en el seno del fabricante japonés no ha sentado bien este acuerdo, según apunta ‘IndyStar’.
Será desde 2020, concretando así algo que no sucedía desde 1979. El proyecto se cristaliza mediante una asociación estratégica con Arrow Schmidt Peterson Motorsports y con Chevrolet. La escuadra se denominará Arrow McLaren Racing SP y contará con dos autos.
De este modo, McLaren, que compitió por última vez a tiempo completo en la Indy en 1979, se integrará en la estructura propiedad de Sam Schmidt y Ric Peterson(de ahí las iniciales SP en el nombre de la misma), y el nuevo equipo pasará a llamarse Arrow McLaren Racing SP. Así, McLaren no compra el equipo pero sí pasa a formar parte activa del mismo, introduciendo en el proyecto a Gil de Ferran, quien fuera parte de la estructura de McLaren F1 y también un reconocido piloto de las CART IndyCar World Series en la década de los 90 y primeros años del Siglo XXI.
«La asociación mantendrá la infraestructura de Arrow SPM, mientras que McLaren agrega experiencia técnica, experiencia comercial y fuerza de marketing para permitir que la nueva entidad se desempeñe al más alto nivel competitivo, peleando por las victorias y el título. Los cofundadores de Arrow SPM Sam Schmidt y Ric Peterson continuarán en sus roles actuales», ha declarado McLaren en un comunicado oficial.
Por otro lado, la asociación con Chevrolet para desembarcar en la Indy era un paso necesario. En un campeonato en el que solamente hay dos motoristas (Honda y Chevrolet), contar con el veto de uno de ellos les inclinaba de forma irremediable hacia el otro. Y eso que Schmidt Peterson ha estado vinculado a Honda los últimos años de forma irreductible. Finalmente, el poder económico y la ambición de McLaren han invitado a SP a aceptar la oferta de los de Woking.
Ahora, tras la ruptura con Honda, queda en el aire la futura alineación del nuevo equipo Arrow McLaren Racing SP, que esta temporada contaba con James Hinchcliffe y Marcus Ericsson, ex Fórmula 1. El canadiense se encontraba en la pelea por el top-10 y había conseguido un podio en Iowa pero su futuro con SP no está asegurado porque está fuertemente vinculado a Honda en Norteamérica.
En cuanto a Ericsson, su primera temporada en la IndyCar no está siendo todo lo buena que se podría esperar, habiendo conseguido un único podio, siendo el cuarto mejor ‘rookie’ del curso y colocado en la 15ª posición de la clasificación general.
Esto ha provocado que nombres como los de Felipe Nasr (ex F1), Nicholas Latifi(piloto de F2 cuyo padre tiene parte importante de las acciones de McLaren) o Colton Herta (‘rookie’ en la Indy y ganador en Austin) hayan sonado como posibles ocupantes de una de las dos plazas. Otro candidato es Patricio O’Ward.
Sea como fuere, Zak Brown asegura que afrontan con muchas ganas este desafío: «Vamos a la IndyCar respetando al deporte, a nuestros rivales, a los aficionados y a la tarea que tenemos por delante. En nuestros corazones, somos competidores y vamos a correr en los lugares en los que la competición nos ponga a prueba. La IndyCar supone un gran reto».
Un desafío que también tiene pendiente Fernando Alonso. El asturiano quiere ganar las 500 Millas de Indianápolis para hacer realidad el ansiado sueño de la ‘Triple Corona’. Ha participado dos años. El primero (2017) lideró la carrera, pero una avería frustró sus opciones de victoria. En 2019 no pudo ni meterse en la carrera. Habrá que ver cuándo vuelve.