A Marc Márquez le bastó poco para demostrar que es el hombre a batir en Termas de Río Hondo. Terminó en cabeza en el primer libre en Argentina y mejorando en cada tanda. Todo en una sesión con la pista aún sucia, pero seca.
Ducati, por supuesto, y por si alguien lo dudaba, montó el ‘spolier’ (defector) de la polémica.
Marc, pese a todo, tuvo un sustito al inicio. El arrancador no lograba encender su moto y tuvo que salir con un mecánico empujando y él apretando a su Honda. Perdió cuatro minutos, pero en su segunda vuelta ya era primero en la tabla y endosándole un segundo al siguiente. Ya rodaba en 1:40.3.
Dos caídas seguidas alteraron el entrenamiento. Fueron las primeras, pues ni en Moto3 ni en Moto2 se habían producido incidentes.
Joan Mir se fue al suelo en la curva 1 y lo mismo le ocurrió a Danilo Petrucci, también en ese punto.
Márquez seguía a lo suyo. Puso neumático blando delante y medio detrás y rebajaba sus cronos. Hizo 1:40.2 y en el giro posterior, 1:40.0. Dovizioso se ponía tras él, con Lorenzo, Viñales y las Suzuki, muy atrás.
Posteriormente, Rins sí fue capaz de subir. También Miller o Crutchlow. Hasta Zarco sorprendía con su KTM. Los austriacos estaban «preocupados» por él y Johann, eso sí con goma blanda, acabó el libre sexto.
Para acabar, otro ‘golpe’ de Márquez. Ya había hecho 1:39.8 y los rebajó unas centésimas. Otra vez con blando delante y medio detrás.
Jorge Lorenzo, que en la previa dijo que necesitaría dos o tres carreras para estar a tope físicamente, terminó 14º. Maverick Viñales, que había avisado que buscaría tráfico para practicar los líos de carrera, sólo fue 18º. Mir y Petrucci acusaron sus caídas y terminaron al fondo.