Las pistas llenas de rocas de Çetibeli se combinaron con las altas temperaturas para proporcionar un desafío temible para las estrellas del WRC. Ogier lanzó la precaución al viento para ganar la especial y superar una serie de rivales, incluido su rival por el título, Thierry Neuville.
Fue 2,7 segundos más rápido que su compañero de equipo, Teemu Suninen, pero el único otro piloto en llegar a 10 segundos del cinco veces campeón fue Jari-Matti Latvala.
«Eso es bueno. Sin polvo, el tramo es mucho más agradable. Fue realmente duro, lleno de baches y en esta sección sea lo que sea que hagas, hay riesgos con seguridad», dijo Ogier, quien se quedó a menos de 12,7 segundos del líder Andreas Mikkelsen.
El noruego fue más cauteloso con su Hyundai i20. «Lo tomamos con mucho cuidado pero es muy duro. Es realmente difícil juzgar qué tan malo es, solo tienes que contar con la experiencia. Parece que Seb estaba atacando, pero eso es arriesgado», dijo Mikkelsen.
Neuville y Latvala subieron al tercer y cuarto puesto después de que Mads Østberg pinchó el neumático delantero izquierdo con su Citroën C3 y cayó al quinto lugar. Neuville tiene a Ogier a 7.7sec, pero Latvala y Østberg se agruparon muy cerca, 1.1 y 0.6 segundos a la deriva, respectivamente.
Hayden Paddon completó los seis primeros con Suninen subiendo al séptimo puesto.
Varios pilotos se vieron retrasados por pinchazos, sobre todo Craig Breen. La miserable racha de suerte del irlandés continuó cuando pilotó durante 25 km con una rueda pinchada en su C3 y cayó del segundo al octavo lugar después de conceder 45 segundos.
Elfyn Evans regresó a la refriega después de que su equipo M-Sport Ford reemplazara el diferencial trasero de su Fiesta, los travesaños y la suspensión durante la asistencia de mediodía. El galés también sufrió una salida y perdió 20 segundos.
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