Scott Dixon brindó una nueva exhibición dominante de manejo en Texas, donde logró su tercera victoria en la IndyCar en el año.
El neozelandés fue inalcanzable en la segunda mitad de los 600 kilómetros de recorrido que se completaron durante la noche del sábado en el óvalo de 1.5 millas de longitud, con lo que se desempató con Michael Andretti para apropiarse del tercer lugar en el ranking de victorias de todos los tiempos en el automovilismo de monoplazas en Estados Unidos, al sumar 43.
Además, logró su podium No. 100 y a dos triunfos en ocho días, lo que lo catapulta al liderato general con 354 puntos, mientras el campeonato inaugura su segunda mitad. Es además la tercera ocasión en la que gana en este autódromo, después de los éxitos de 2008 y 2015.
Desde el quinto puesto de salida, el integrante de Chip Ganassi Racing fue paciente y tomó ventaja del buen balance de su auto No. 9, lo que lo llevó al liderato tan pronto finalizó el segundo ciclo de ingresos a pits.
Nadie emuló su ritmo desde entonces, al grado de dejar a 11 pilotos en su misma vuelta y tener ventaja de más de ocho segundos sobre sus escoltas. Las banderas amarillas tampoco fueron un obstáculo, ya que en los reinicios hizo diferencia de inmediato; su margen de victoria fue de 4.3 segundos, mismos que hizo en 34 giros.
Simon Pagenaud y Alexander Rossi completaron el podium. El francés está dejando atrás una primera mitad de año difícil, lo que se reflejó en su primer Top 3, después de contener el ataque del estadounidense, quien volvió a robarse los reflectores al ser el participante con más rebases en pista (52), en una carrera en la que la administración del auto fue la clave para salir victorioso, ante la aparición de “ampollas”, es decir, abultamientos en la superficie de los neumáticos que se generaron por las altas temperaturas y excesivo estrés que recibieron en cada stint.
Dos accidentes importantes marcaron la competencia: el primero ocurrió en la vuelta 173, cuando Robert Wickens y Ed Carpenterchocaron en la Curva 3, mientras el canadiense intentaba colocar una vuelta atrás al estadounidense, quien cerró el paso.
Después, en el giro 204, Will Power y Zach Claman De Melo se estrellaron a la salida de la Curva 4; un error en la comunicación en el equipo del australiano le impidió darse cuenta de la proximidad del coche No. 19, quien había ganado la línea externa en la lucha dentro del Top 10.
Esto le abrió la oportunidad a varios pilotos de ascender en el orden: James Hinchcliffe, quien corría fuera de los diez primeros sitios a la mitad de la prueba, se quedó con el cuarto puesto, por delante de Ryan Hunter-Reay y Graham Rahal.
El estadounidense de Rahal Letterman Lanigan Racing había iniciado en 20º, pero tomó ventaja de un incendio en el coche de Matheus Leist, en el arranque de la competencia, para topetear el tanque de combustible bajo bandera amarilla. Con ventaja de siete vueltas, logró retrasar sus ingresos a pits, lo que le permitió llegar en sexto.
Takuma Sato, Sébastien Bourdais, Ed Jones y Charlie Kimballcerraron el Top 10; la carrera del francés pintaba para arruinarse porque ingresó a fosos antes del golpe entre Wickens y Carpenter, pero recuperó el terreno perdido cuando Power y Claman De Melo se accidentaron.
Jones tuvo una estrategia similar a la de Rahal, además de salvarse de no entregar posiciones, al cumplir con una drive-through justo cuando ocurrió el segundo incidente. Por su parte, Kimball le dio otro Top 10 a Carlin Racing.
Con la misma suerte corrió Josef Newgarden, a quien una sanción lo mandó a la posición 14, únicamente por delante de Gabby Chaves y Zach Veach, uno de los varios que rozaron el muro durante la carrera.
El colombiano fue el primero en recibir una penalización, al bloquear a otro rival tras su servicio inicial en fosos, pero ese fue el inicio de sus males, al sufrir con el balance del auto de Harding Racing. Al final cruzó la meta en 15º, a ocho giros del vencedor.
La competencia registró nueve cambios de liderato y 29 vueltas bajo bandera amarilla; en total, 16 de los 22 participantes lograron terminar.
Después de cinco semanas de actividad, la IndyCar tomará un descanso; la siguiente fecha del calendario será en el circuito permanente de Road America, el 24 de junio.