SAUBER RECONOCE QUE EL CAMBIO DE HONDA A FERRARI CAUSÓ RETRASOS
La cancelación del acuerdo con la marca japonesa para continuar montando unidades del fabricante italiano obligó a la casa suiza a rediseñar su monoplaza.
La pasada primavera el gran rumor de entre los equipos pequeños era la más que posible desaparición de Sauber si no obraba un milagro poco probable. En la factoría de Hinwil, la luz era cortada cada pocas semanas por falta de pago y el equipo dirigido por Monisha Kaltenborn, con un Peter Sauber casi retirado, parecía vivir su último año en la F1.
Fue Marcus Ericsson y su entorno, siempre muy bien relacionado, el que logró que Longbow Finance, un grupo inversor suizo, comprase la mayoría de acciones para inyectar dinero y sostener Sauber. La primera medida fue la de cesar a Monisha como directora y aposta por Cedric Vasseur (que llegaba desde Renault), para reflotar la situación.
El acuerdo con Honda era un hecho, pero estaba a falta de firma y Vasseur exploró cualquier posibilidad que no fuera correr con tanta diferencia de potencia en 2018 y con una fiabilidad en entredicho, por mucho que junto a los japoneses llegara una remesa de dinero. Fue un acierto.
Unos meses más tarde el histórico Biscione de Alfa Romeo luce en la tapa del motor del Sauber para 2018 y cuentan con un motor Ferrari pata negra y no el de la edición anterior. El apoyo tecnológico de Ferrari puede propulsarles a la zona media de la parrilla y Leclerc, que le endosó un segundo a Lando Norris en Abu Dabi, son buenos activos.
El invierno es un periodo de gran estrés para los equipos de Fórmula 1, pero algunas estructuras se encuentran en una situación más incómoda que otras durante la producción de sus monoplazas para la siguiente temporada. Sauber ha tenido que trabajar a gran velocidad para compensar el retraso derivado de la cancelación del acuerdo con Honda para continuar su relación con Ferrari y la posterior asociación con Alfa Romeo, pues en Hinwil tuvieron que rediseñar el coche para instalar la unidad de la marca italiana.
“No supone un trabajo extra en el lado técnico porque ya íbamos a toda velocidad. Cambiamos de Honda al motor Ferrari, además del acuerdo con Alfa Romeo, bastante tarde porque ocurrió a finales de julio, así que retrasamos un poco el diseño, pero fue a propósito. En el aspecto técnico vamos un poco tarde y para la empresa y el equipo de marketing y comunicaciones también fue complicado”, explicó Frederic Vasseur a RACER.
“Cuando decidimos volver a montar motores de Ferrari, ya habíamos empezado a diseñar el coche con la unidad de potencia de Honda. Eso generó un pequeño retraso cuando tuvimos que rediseñar la parte trasera del coche para cambiar un poco el enfoque, pero la vida es así. No es un gran problema. Es más bien algo de prisa para el equipo”, añadió el jefe de equipo de Sauber.
Al ser un acuerdo con vistas a largo plazo, Vasseur no espera que la llegada de Alfa Romeo tenga un impacto significativo esta temporada y prefiere centrarse en los beneficios que puedan surgir de la asociación en los próximos años. “Tener un patrocinador principal es un buen movimiento, pero también un gran paso y tenemos que reforzar cada departamento y contratar a mucha gente y esas cosas”, comentó.
“Ahora tenemos un acuerdo a largo plazo y no es un problema si en las primeras semanas hay dificultades. Tenemos que centrarnos en los próximos años y no en las últimas semanas. Es una época emocionante, aunque también estresante. ¡Es mucho mejor tener este problema que tener con lidiar con la gente de la fábrica no teniendo nada que hacer!”, señaló Vasseur.