Autoridades indias creen que los fondos perdidos de Kingfisher Airlines podrían haber terminado en la cuenta de Force India.
Vijay Mallya, dueño de Force India, fue arrestado en Londres por segunda vez en 2017, acusado de lavado de dinero relacionado con el control de su equipo de Fórmula 1.
Mallya, de 61 años, ya había sido arrestado el pasado mes de abril por la policía británica en nombre de las autoridades indias, tras la petición de los bancos que tratan recuperar 1.400 millones de dólares vinculados a la quiebra de Kingfisher Airlines, la aerolínea de Mallya.
Para Mallya, a quien le fue retirado el pasaporte indio y fue sometido a restricciones de Gran Bretaña, se le abrió un proceso de extradición cuya audiencia está programada para el 4 de diciembre.
Según Mark Summers, abogado que representa al gobierno indio, algunos de los fondos reclamados habrían terminado en las cuentas de Force India y la nueva detención estaría vinculada a este hecho.
El lavado de dinero ya formaba parte de la lista de acusaciones de Mallya en el primer arresto, pero el hecho de que algunos de estos fondos hayan terminado en las cuentas de Force India es nuevo en la investigación.
Mallya ha afirmado que no tiene intención de regresar a India porque teme tener que enfrentarse a un proceso condicionado por la prensa, pero ha sido liberado bajo fianza hasta la próxima audiencia.
«Lo que tenga que decir, lo diré en los tribunales y no tengo intención de repetírselo a los periodistas», declaró cuando abandonó la magistratura de Westminster ayer. No está claro en este momento si todo este asunto puede tener un impacto a corto plazo en Force India».