El francés fue muy crítico con la actitud que Pierre Gasly mantuvo durante la primera vuelta, la cual acabó condicionando la carrera del de Haas.
La afición francesa estaba de enhorabuena en el pasado Gran Premio de Malasia. A sus dos pilotos habituales, Romain Grosjean y Esteban Ocon, se sumó Pierre Gasly, debutante en esta prueba en sustitución de Daniil Kvyat a bordo del Toro Rosso. Pero algo que la afición francesa no quería ver, es lo que precisamente acabó ocurriendo, que dos de sus pilotos tuvieran un encontronazo.
Ocurrió en la primera vuelta, cuando Romain Grosjean acabó emparejado a Pierre Gasly y el de Haas tuvo que hacer una maniobra evasiva para evitar al Toro Rosso. Grosjean, quien normalmente acostumbra a gritar por la radio, con el enfado de la maniobra lo hizo más enérgicamente: “Compañero, el Toro Rosso es… Uuuuuhhhfff. ¡Los chicos nuevos tienen que aprender que si vienen a la Fórmula 1, no pueden hacer eses así! ¡Me he tenido que apartar para evitarlo!!», gritaba el de Haas, que caía a la última posición.
Ya en frío, Romain explicó que Gasly estaba en la línea interior y de repente fue hacia fuera, por lo que tuvo que salirse de la pista para evitarlo, lo que le hizo caer a la última posición, condicionando el resto de su carrera. Aunque el equipo reportó la acción a dirección de carrera, los comisarios de Malasia estuvieron especialmente pasivos en esta prueba, donde a pesar de varios incidentes, solo realizaron una única investigación, de la cual tampoco hubo sanción.
Gasly, por su parte, no hizo ninguna declaración al respecto de este incidente en la primera vuelta, destacando de su carrera todo lo aprendido a pesar de lo complicado que había resultado gestionar las banderas azules, así como pilotar con un asiento no del todo adaptado a él y sin la bebida, cuyo suministro se rompió.