Al ‘aeroscreen 2.0’, o ‘shield’ para no tener que reconocer méritos a Red Bull, llegaba al Gran Premio de Gran Bretaña para hacer su debut en pista. Este nuevo escudo, transparente y más agradable a la vista debía arreglar todas las dudas que dejó el ‘halo’ y sus evoluciones durante su desarrollo.
Sin embargo, el estreno no ha dado los frutos esperados. Mientras se esperaba que Sebastian Vettel completase tres vueltas al inicio de la sesión, conforme el piloto de Ferrari abandonó boxes, volvió a entrar y el equipo se dispuso a desmontar la cúpula, señal de que algo no había ido como se esperaba.
Más tarde, Marc Gené para las cámaras de Movisitar F1, transmitía las reacciones del piloto, el cual no se había sentido cómodo con la distorsión visual que el compuesto trasparente le provocaba a la hora de pilotar. Una sensación que se traducía en algo de angustia y que visto lo visto el piloto no ha querido seguir probando algo que considera impracticable.
Ahora le toca a la FIA encontrar la forma de que el compuesto protector, de alta resistencia a impactos, no distorsione la imagen con la concavidad de la cúpula, algo que no es nada sencillo según los materiales con los que se trabaje y las formas que éste tome.