Ni siquiera Scott Dixon podía creer que era él quien había protagonizado el aparatoso accidente de la vuelta 53 de las “500 Millas de Indianapolis”.
El neozelandés, quien había arrancado en la pole position, no pudo hacer mucho mientras Jay Howard se seguía de largo en la curva 1, lo que derivó en una situación que incluyó un vuelo en el aire de 180 grados, a más de 320 km/h, y un impacto con la malla de seguridad de la curva 2 del óvalo de Indianapolis.
Dixon, quien rodaba segundo y había liderado las primeras cinco vueltas de la carrera, reconoció el trabajo de Dallara y la categoría en cuestión de la seguridad, en especial en incidentes en las que dos autos se tocan “rueda con rueda” y que derivan, como en su caso, en encuentros con las vallas, los cuales han disminuido con el paso de los años.
El hombre de Chip Ganassi Racing también mostró molestia por no poder luchar por la victoria; es su cuarto abandono en 15 participaciones en la competencia.