TN C3: Werner (en suspenso), Santero y Bosio se quedaron con las series

La actividad de la serie inicial comenzó complicada en el autódromo de La Plata, porque cuando los autos salían a la pista, comenzó a llover más fuerte y obligó a la mayoría de los equipos a colocar neumáticos ancorizados. Pero las discusiones y las incertidumbres llegarían tras la bandera de cuadros…

Leonel Larrauri largaba desde la pole y seguía al Auto de seguridad hasta que éste ingresó a boxes, pero el santafesino continuó a bajo ritmo al momento de acelerar y lo fueron superando. Mariano Werner tomó la punta y no la abandonó hasta el final, seguido por Pablo Merayo y Juan Pipkin.

«Me imagino que algún problema habrá tenido Larrauri porque no aceleró. En la reunión de pilotos nos dijeron que tenés que tener una velocidad constante y cuando el auto se pone derecho, hay que acelerar, pero él aceleró y frenó», comentó Werner. Algo similar declaró Pipkin: «Leo nos frenó y esa es la realidad. Si Mariano no aceleraba, le pegábamos todos».

Larrauri, en tanto, manifestó: «Me pasaron por todos lados y no habíamos pasado por la línea todavía. Yo seguí el ritmo que tenía el Auto de seguridad y acelero cuando quiero, pero me pasaron antes».

2ª Serie: Santero ganó de punta a punta con el Ford alistado por el GC Competición en el segundo parcial en La Plata. Fontana, en su debut, se posicionó como escolta. Cohen completó el trío de adelante.

Julián Santero dominó de punta a punta la segunda serie con el Ford Focus del GC Competición bajo una condición de pista difícil por la intensa lluvia. «No conocía las condiciones de la pista, tomé precauciones, pero una vez que entramos en ritmo, me quedé tranquilo y pude hacer una buena diferencia», sostuvo el mendocino.

Norberto Fontana, debutante con el Chevrolet Cruze del Arana Ingeniería Sport, aprovechó un despiste de Franco Coscia cuando marchaba segundo y finalizó, como pudo, detrás de Santero. «La pista estaba difícil, no veía bien, y me fui un poquito para atrás en el final. Hacía lo que podía con el vidrio empañado y en la lluvia es difícil cuando no tenés buena visión; perdí todas las referencias y se complicó. Por lo menos pudimos llegar», comentó el Gigante.

Matías Cohen, con el Alfa Romeo 147, completó el terceto de punta.

3ª Serie: La última serie tuvo poco de carrera. En el inicio, Guillermo Ortelli y Emanuel Moriatis lucharon por la primera posición, siendo superados ambos por Ezequiel Bosio, quien en definitiva se quedó con el triunfo, tras la inmediata salida del Auto de Seguridad, que neutralizó la competencia hasta el final como consecuencia de la dificultad para transitar el trazado a causa de la abundante lluvia caida.

«Tato» fue escoltado por Moriatis y Ortelli.

La tercera serie fue para Ezequiel Bosio con el Ford Focus del GC Competición en el circuito de La Plata, tras realizar una gran maniobra para hacerse de la punta y luego finalizar con el Auto de seguridad por la gran cantidad de agua que se acumuló sobre el trazado.

En el inicio de la segunda vuelta, Guillermo Ortelli salió lento a la recta y Emanuel Moriatis aprovechó para ponerse a la par, pero el del Focus agarró un charco en plena aceleración, se rozó con el Cruze del saltense, ambos perdieron velocidad y Bosio los superó antes del frenaje del curvón.

«No fue una maniobra fácil porque la pista estaba complicada, pero el auto me lo permitió, pude hacer una muy linda maniobra aunque fue al limite. Arrancamos con el pie derecho», indicó el Tato.

«Fue una muy linda serie. Estaba muy peligroso, estaba fea la pista y quiero felicitar a los comisarios porque tomaron una gran decisión en colocar el Auto de seguridad. En la maniobra en la que me pasa Bosio salgo mal a la recta, después agarro un charco y el auto se mueve todo, ahí le pego a Guille. Cuando llegaba al final, me avisan que venía el Tato porque ni lo vi y frenamos todos medio de casualidad», confesó el campeón.

Ortelli, en tanto, también contó las instancias de la batería. «Venía con un problema en el limpiaparabrisas. Me paso un poquito a la entrada de la recta, Emanuel pisa un charco, los autos se refriegan y ahí nos pasa el Tato. Estaba peligroso porque había charcos muy grandes».