No le ha podido ir mejor a Jorge Lorenzo su estreno en Cheste con Ducati. Con la moto de este mismo año, el balear se coló en el podio en los primeros tests de entrenamientos celebrados en el Circuit Ricardo Tormo, que continuarán hoy con la segunda y última jornada, con entrada gratuita para los aficionados en la Tribuna principal.
A las 10:01, Jorge Lorenzo inició una nueva era, la roja de Ducati. Aunque comenzó con una moto negra por cuestiones de contrato con Yamaha. El balear no quiso perder nada de tiempo y fue el primer piloto en salir a la pista del Ricardo Tormo.
Su mono también era negro, con el logo de Alpinestars, su marca de este equipamiento. Poco antes había llegado al box, donde dialogó brevemente con su nuevo jefe de mecánicos, Christian Gabbarini. Allí le esperaba Gigi dall’Igna y todo el staff de Ducati.
Mientras, la expectación era máxima. Todos los fotógrafos rodeaban el box 18, del que justo se subió la cortina para dejar paso al ganador del domingo.
Antes, el resto de técnicos de otras marcas miraban de reojo las nuevas motos. Porque Lorenzo salió con la GP16 y con alas. Quieren comparar chasis. Para ello necesitan muchos datos y por eso le necesitan tanto en pista.
Las otras marcas se lo tomaron con algo más de calma. Pusieron sus motos en marcha mientras eran espiadas y todos les hacían fotos.
Tras una breve tanda de 5 vueltas, con un mejor crono de 1:37, aún bajo por el frío en la pista y la cautela, Lorenzo volvió a boxes. Sólo Tsuda, con la Suzuki 2017, le acompañó. El resto se ajustaba los monos y miraba con curiosidad.
Lorenzo marcó un tiempo de 1:31.052 después de dar 60 vueltas al trazado, más del doble de la distancia correspondiente a un Gran Premio como el de este domingo, en el que el tricampeón del mundo español se despidió de Yamaha con una victoria.
El balear superó en su debut con la Ducati Desmosedici GP16 (este miércoles estrenará la GP17) a su compañero en el equipo italiano, Andrea Dovizioso, quinto con 1:31.131.