Sin embargo, no sólo completó de manera brillante la siempre complicada prueba de Elkhart Lake, donde finalizó octavo, sino que se dio el lujo de hacer historia en el automovilismo de monoplazas en Estados Unidos.
Este domingo, el originario de Hendersonville, Tennessee, consiguió su primera victoria en un evento oval de la serie, al liderar 282 de las 300 vueltas pactadas en el Iowa Speedway, sede de la décima fecha de la temporada, dejando en el olvido el récord que impuso Ryan Hunter-Reay en 2004, en Milwaukee, como parte de Champ Car, cuando acumuló 250 giros al frente.
Para el estadounidense es su tercer triunfo en la categoría, primera en el año y primera desde Toronto, Canadá, hace casi trece meses, mientras Ed Carpenter Racing también regresó a lo más alto del podium.
Newgarden se posicionó como candidato a acaparar reflectores durante el fin de semana, ya que había sido veloz durante las prácticas y clasificar en segundo lugar, sólo por detrás de Simon Pagenaud; en el arranque, de inmediato le arrebató el liderato al francés para ser prácticamente intratable durante la primera parte del recorrido, al dejar únicamente al mismo piloto de Team Penske en su misma vuelta.
Aunque las banderas amarillas le permitieron a algunos pilotos recuperar terreno, nadie tuvo la capacidad de alcanzarlo, ni siquiera en el sprint final de 40 giros, en el cual Scott Dixon había amenazado con acercarse. Así, Newgarden se acerca a 74 puntos de Pagenaud con seis carreras restantes, aunque hay que recordar que no podrá participar en la carrera de Texas, ya que ahí abandonó, por lo que se le acreditará con el lugar 21.
Will Power llegó segundo tras hacer un excelente cierre, al pasar del quinto al segundo sitio, mientras Dixon completó el podium; Pagenaud y Mikhail Aleshin completaron el Top 5, en un notable día para el Schmidt Peterson Motorsports, debido a que el ruso logró su segundo resultado entre los cinco mejores mientras su coequipero James Hinchcliffe fue noveno, después de haber arrancado en último.
Luego de que la lluvia que cayó durante la mañana limpiara el trazado, el tema central de la competencia fue la conservación de neumáticos y el agarre de los monoplazas ante una superficie áspera, pero a pesar de que hubo algunos rebases muy cerrados, como el de Alexander Rossi con Tony Kanaan, en el que el brasileño casi termina en el muro, sólo hubo un incidente, cortesía de Max Chilton, quien corría en el Top 10 hasta que trompeó con 55 vueltas restantes.
El británico, quien había clasificado cuarto, cayó hasta el sitio 19, luego de tener su mejor actuación hasta el momento.
Las otras dos banderas amarillas surgieron por fallas de motor: Hunter-Reay, quien hasta clasificado 20mo y estaba sufriendo con el agarre de su máquina, rompió su propulsor Honda en el giro 106, terminando así con su racha de dos años consecutivos ganando en el óvalo de 7/8 de milla, además de abandonar por primera vez en la campaña.
La otra víctima fue Juan Pablo Montoya, quien a pesar de correr en el Top 5 su motor Chevrolet expiró con 179 vueltas completas, dejándolo fuera de acción por tercera vez en este año y cayendo a la décima ubicación general.
Ambas banderas amarillas afectaron el desempeño de varios pilotos como Kanaan, quien se conformó con la séptima plaza, y Helio Castroneves, quien pasó más de la mitad de la carrera en el Top 5, pero quedó en el lugar 13, a dos vueltas del ganador.
Es la primera vez que el piloto de Team Penske no termina en la vuelta del líder en el año, por lo que ningún participante podrá completar el 100% de los giros totales, ya que él era el único que lo había logrado hasta ahora.
Esta carrera también marcó el final de una racha de seis victorias consecutivas para Andretti Autosport, que tuvo a Rossi como su mejor representante al ser sexto; siete vehículos de Chevrolet se apropiaron del Top 10, incluyendo a los mejores cuatro, por lo que a diferencia de 2015, mantuvieron hegemonía sobre Honda durante todo el fin de semana.