El vigente campeón de la Serie IndyCar, el neozelandés Scott Dixon, conquistó este sábado el Gran Premio de Phoenix para estrenar su casillero de victorias en la temporada 2016 del campeonato estadounidense de monoplazas.
Dixon, que había quedado séptimo en la carrera de apertura del campeonato ganado por el colombiano Juan Pablo Montoya en la Florida el mes pasado, lideró las últimas 155 vueltas en el Circuito Internacional de Phoenix.
La victoria colocó al neozelandés en la cuarta posición en la lista máximos ganadores de esta carrera en todos los tiempos, con 39 triunfos, junto con el estadounidense Al Unser y detrás de Michael Andretti (42) y A. J. Foyt (67).
Dixon, sin embargo, estableció un nuevo récord de la IndyCar al ganar una carrera por 12ª temporada consecutiva. Antes compartía la marca de 11 victorias en campañas consecutivas junto con el estadounidense Bobby Unser y los brasileños Emerson Fittipaldi y Helio Castroneves.
«Fue duro, sin duda una de las carreras más duras en estos óvalos pequeños», dijo el piloto del equipo Chip Ganassi Racing.
«El coche fue muy rápido. Creo que hemos tenido el mejor coche que hay en las estrategias y las paradas en boxes», aseguró Dixon.
El piloto ‘kiwi’ tomó el control de la carrera del sábado, cuando los dos pilotos del equipo Penske sufrieron problemas de neumáticos y se vieron obligados a ir a los boxes para un recambio.
Helio Castroneves, que había comenzado en la pole por 46ª ocasión en su carrera, sólo duró 39 vueltas al frente de la carrera, cuando su coche sufrió la rotura de un neumático en la vuelta 40, lo que obligó a Montoya y al brasileño Tony Kanaan a realizar inesperadas maniobras para evitar una colisión.
La victoria de Dixon coronó una actuación dominante para los coches de Chevrolet, que barrieron los cuatro primeros clasificados.
El francés Simon Pagenaud fue segundo, seguido del australiano Will Power y Kanaan.
Pagenaud lidera la clasificación después de dos carreras con 83 puntos, por delante de Dixon (79) y Montoya (74).
